Se denomina comunidad virtual a aquella comunidad cuyos vínculos, interacciones y relaciones tienen lugar no en un espacio físico sino en un espacio virtual como Internet.
Las CV, sólo existen y funcionan en la medida en que sean fruto de la actividad de los ciudadanos, entendidos estos como individuos, colectivos formales o informales, empresas, organizaciones, universidades, etc. Así se han creado espacios artificiales (virtuales) nuevos, dotados de una serie de características no siempre comprensibles desde los parámetros del “mundo real”. Por tal motivo Rheingold (2007), señala algunos elementos que han permito la conformación de comunidades virtuales, las cuales se pueden convertir en comunidades de aprendizaje. A saber:
1.- La información es de los usuarios. Es decir, la Red, en principio, está “vacía” y son los usuarios quienes deciden qué información van a almacenar, mostrar e intercambiar. Por tanto, cada usuario decide por dónde empieza a ver la Red, para qué y con quiénes.
2.- El acceso a la red es:
Universal: basta acceder a un ordenador de la red, para acceder a toda la red o “ver” toda la Red (otra cosa es que, una vez dentro de la Red, haya lugares donde se pida el registro para acceder a la información que contienen);
Simultáneo: todos estamos en la Red al mismo tiempo, pues existimos en cuanto información (ceros y unos). En realidad, la red es desde sus orígenes el primer contestador automático que se puso en funcionamiento. Nadie sabe si estamos conectados o no, pero nos relacionamos entre todos como si lo estuviéramos a través de nuestra presencia numérica, de la información que “movemos” y de las interacciones que promovemos;
Independiente del tiempo (24h./365d.) y de la distancia. Es el primer espacio abierto constantemente a la actividad del ser humano independientemente de donde se encuentre. Sólo necesita acceder a un ordenador de la Red para que todo lo expuesto anteriormente funcione.
3.- Finalmente, los otros dos rasgos que cierran este comprimido código genético es que la red crece de manera descentralizada y desjerarquizada.
Basta seguir añadiendo ordenadores (servidores) para que se esparza física y virtualmente y no hay ordenadores que desempeñen tareas de “comando y control” sobre los otros ordenadores de la Red. Si la información de la red es la que colocan o publican sus usuarios, se está en un entorno eminentemente participativo. De hecho, la red se retroalimenta constantemente de las señales que emiten sus usuarios. Esta participación conduce inexorablemente a la interacción, es decir, a la relación con lo que hacen los demás (no hablamos de intensidad o grados de dicha relación, sino que participar significa “mover” información propia en relación con los otros y mover información de los otros en relación con la propia).
Teletrabajo.
El teletrabajo, o trabajo a distancia, permite trabajar en un lugar diferente a la oficina. Es una de las medidas de la Administración de la demanda de transporte. La utilización de los nuevos medios informáticos permite mejor comunicaciones de forma remota, lo que permite trabajar de forma no presencial.
Es una forma de trabajo en la que éste se realiza en un lugar alejado de las oficinas centrales o de las instalaciones de producción, mediante la utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación.
La diferencia fundamental entre "trabajo a domicilio" y "teletrabajo" es la preponderancia de la informática y las telecomunicaciones en la realización del teletrabajo.
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